MI CIUDAD ZACAPU
Cerca del siglo XI de nuestra era, llegó a Michoacán una
tribu chichimeca, capitaneada por un guerrero-sacerdote llamado Ire-Ticátame y
compuesta por cuatro grupos, cuyo lazo de unión era la veneración de un dios la
que llamaban Curicaveri (Curicáhueri). Los purépechas desembarcaron en las
costas del sur y llegaron hasta Michoacán, estableciéndose en un lugar al que
llamaron Tzacapu-Maruati (piedra preciosa); para los zacapenses, ambos términos
resultan familiares, pues nuestra ciudad se llama Zacapu y en ella tenemos el
barrio de Maruata. Los recién llegados entraron en contacto con los habitantes
de Naranxan, lugar ubicado a la orilla de un lago y poblado por gentes que,
suponen los historiadores, formaban una tribu avanzada del mismo grupo, ya que
hablaban el mismo idioma y adoraban también al sol. No tardaron en surgir
dificultades entre los purépechas y los vecinos de Naranxan, que originaron el
aniquilamiento del lugar y la asimilación de sus habitantes al grupo
purhépecha.
Esplendor de Zacapu
Zacapu, antes que Tzintzuntzan, fue
el principal centro ceremonial y religioso del floreciente imperio purhépecha,
a donde todos los años venía el monarca reinante para adorar a Curicaveri, bajo
su doble aspecto de peña "totémica" y de astro del día y de la Luz.
En Zacapu residía el supremo sacerdote a quien llamaban Petámuti (el sabio),
ante el cual se postraba el monarca en su peregrinación anual desde
Tzintzuntzan hasta la Crucita, zona arqueológica entre cuyos vestigios se
pueden apreciar los palacios del Rey y de la Reina, el castillo, los enormes
basamentos de las yácatas de Tucup-Achá y de Querenda-Angapeti. En el "mal
país negro" (Las Iglesias), aún se puede identificar la pirámide de los
trece tronos, el palacio de las vírgenes consagradas al Sol, así como los
restos de innumerables yácatas, casas, baños, etc. Estas ruinas están
enclavadas en una zona de difícil acceso, formada por piedras volcánicas, que
llega hasta Villa Jiménez. El centro más importante, residencia de los
sacerdotes y de los caciques, se localiza en el cerro de la Crucita que
presenta, al Noroeste de la actual ciudad de Zacapu, una vertiente escalonada
en la que fácilmente se distinguen numerosos "balcones", comparables,
aunque en escala más reducida, a los incas, en la región de los Andes.
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